domingo, noviembre 05, 2006

VI - El día nocturno

"Estás a 30 soles de distancia de tu objetivo...
mucho tiempo para mí... suficiente para
poder pensar como destruirte y salvarme..."

El escenario lo remitía a la psicodelia... césped verde, un cielo cruzado por franjas de colores que se movían al compás de una melodía... esa melodía inaudible, ya que estamos acostumbrados a escucharla desde que nacimos.. esa melodía que provoca la traslación y rotación de los astros, planetas y satelites....
Caminó por el cesped azul... no era verde, eso le llamó la atención... se arrodilló ante un brote que sobresalía del resto... lo tomó entre sus manos y lo cortó... se lo llevó a la boca y masticó... la sensación fue de calor... un calor que se esparcía y a medida que pasaban los minutos empezaba a quemar... quemaba... su lengua, que fue la primera en sentir el gusto, ya estaba en llamas....
se llevó las manos a la garganta.... solo aire... el fuego no era una sensación... era real... solo tocó huesos de su cuello, la prolongación de la columna vertebral... miró a su pecho que estaba en llamas, pequeñas llamas, pero quemaban como un incendio... lo consumía de a poco... hasta que solo quedaron huesos... pero estaba consciente.... podia ver, respirar y hablar... mejor dicho gritar... no se podía mover.... tirado de espaldas mirando al cielo con sus colores que cambiaban al ritmo de la melodía.. sólo el movimiento de sus ojos le recordaba que tenía (tuvo) un cuerpo.... era preferible estar muerto... cerró los ojos e intentó respirar hondo para, así, largar su último aliento... los pulmones (invisible por lo visto) se llenaron... y un calor sofocante comenzó a recorrerle el cuerpo de nuevo.... todo se obscureció...

Abrió lo ojos... ya era de día...
"Un mal sueño" - pensó - "otro más en este onírico mar"... se levantó, sacudió sus ropas y se preparó para continuar su viaje hacia el mar...
Miró el paisaje... colinas verdes que parecían infinitas, lo más cercano a una alfombra, ya que no había una planta, ni una rama marchita que interrumpiera la perfección de la sensación de suavidad de esa vista... un cielo celeste... de esos celestes post-tormenta que dejan disfrutar la alegría de las lluvias... las lluvias de octubre...
En una colina, la más extensa, pero, a su vez la más baja de todas pudo ver un manto negro que se acercaba y se cerraba sobre él... miró hacia el cielo... no había nubes...¿Algo sobrenatural? Imposible saberlo.. solo atinó a correr.. a volver sobre sus pasos a toda velocidad... aunque el manto de oscuridad se acercaba cada vez más rápido..
Cayó de rodillas... el manto de oscuridad lo tapó... unos segundos y ya nada se veía.. solamente oscuridad y una sensación de escalofrío que le recorría la columna y subía hasta su cerebro que le decía que algo andaba mal...
Levantó la vista e intentó mirar a su alrededor... oscuridad, solo tinieblas.. de pronto cuando giró su cabeza hacia la derecha ( o eso creyó) y vió que se encendió una fogata.... una pequeña fogata... se acercó a ese pequeño foco de luz que de a poco fue quebrando la sobra de su rostro...
Atizando el fuego había una figura extraña... una pequeña persona cubierta con un trapo largo y viejo... levantó la vista y con un movimiento de brazo invitó a nuestro mal héroe a sentarse junto al fuego para compartir su calor...
Pasaron unos minutos y nuestro mal héroe preguntó:
- "¿Quién es usted?"

El pequeño hombre lo miró fijo y rió...
- "¿Quién soy yo? Nadie mejor que tú lo sabe... No soy un ser corpóreo... Solo necesito aparecer... y sabes bien cuanto hace que estoy aquí... Sabes que busco... yo no soy el pordiosero de tu interior ni tu alter ego... soy algo más elevado... Como el astro rey vigila nuestro movimiento yo estoy destinado a vigilar los tuyos en este largo recorrido... Quizá no lo recuerdes, pero la mujer que te condenó me envió a que vigile tus pasos... y que cuando este en el camino correcto te desvíe...
No quiero decir que nunca llegarás a destino, pero haré todo lo que los dioses ordenen para evitarlo... Ambos estamos tras el mismo objetivo.. tu buscas tu salvación de esta condena.. yo busco la mía, pero ambos caminos se cruzan... Tu salvación será mi perdición y tu perdición sera mi salvación...
A veces es así, estás a treinta soles de distancia de tu objetivo... mucho tiempo para mí... pero suficiente para poder pensar como destruirte y salvarme...
Ahora no gastaré ningun plan, podría hacerlo y saldría airoso, podría destrozarte aquí mismo... pero me gusta ser más delicado... me gusta esmerarme en mis trabajos... sobre todo si de él depende mi salvación..
Mi tiempo en este plano se agota... cuando la luz del astro rey, mi eterno enemigo, vuelva desapareceré con una ventisca... como el polvo sobre un piso de una casa con añares de cerradura...
Ya se acerca.. mi tiempo se agota... espero que la próxima vez que no veamos, al menos tengas tu guardia en alto.. si no será muy fácil la victoria y eso me dejará sabor a nada...
Hasta pronto, querido enemigo"

El sol volvió... nuestro héroe miró al cielo y vió la causa.. solo un eclipse... breve en tiempo terrenale. pero para su mente, aun perpleja por la aparición de este personaje, fueron años...
No pudo emitir ninguna palabra....
Aunque de algo sirvió la aparición de este pequeño ser... que parecía inofensivo pero, según lo que expresó, era letal... le hubiera gustado preguntarle quién era esa mujer que lo condenó, la misma que lo condenó a él (según lo que dijo)... al menos para saber cómo había legado hasta ahí...
De pronto el corazón le dió un vuelco.. recordó su condena, su horrible condena... en un rato se olvidaría de todo esto.... entonces agregó una estrofa a su canción:

"Ralladura de la madre tierra viaja hacia el mar, enviados por el viento del cuál se han de amigar, llegarán, recolectarán y me traerán lo fresco para mi memoria que no puede recordar. Un ex dios me dio una repuesta, ¿Cierta o incierta?. Solo caminando hacia el mar la respuesta llegará, ese lugar del cual con solo escuchar su nombre me pongo a temblar, pero es lo único que todo esto hace aguantar.
Pequeño perseguidor, enemigo del sol, me comentó que una mujer me condenó. Atento! no es amigo, los objetivos se cruzan, defenderme deberé sino... con mi sangre pagaré."
Justo a tiempo... nuestro héroe se vió mirando a la nada y repitiendo su canción... sabía que algo importante había sucedido... pero no recordaba con detalle... si al menos se hubiera apiadado de él y lo hubiera condenado a olvidar todo, todo.. no que le quedara esa sensación de saber que lo había sabido...

Miro al cielo... repitió todo el verso de corrido... estaba bien, tal como lo había hecho... al menos eso creía... la fisura seguía ahí.. eso lo ayudaba... cargó su mochila y miro al horizonte, desde donde provenía la voz.... era ahí adonde tenía que llegar...
Miro una flor, miro adelante y dió el primer paso.

2 comentarios:

nita dijo...

Obrigada pelo teu comentário! :) Parabéns pelo teu blog, está muito bom!
Saludos ;)

puyoo dijo...

Nice painting.

Puyoo,
http://nadzartcollection.blogspot.com